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Trombosis de la vena central de la retina como debut de arteritis de células gigantes y polimialgia reumática. Reporte de caso.

Recebido 25 August 2021 Autores:
Jersson Camilo Sanchez-Gamez
camilosgamez@gmail.com
Código ORCID
0000-0003-2756-3594
Institución
Unidad de Urgencias Norte, Bogotá, Colombia
Título académico
Médico Epidemiólogo
https://doi.org/10.46856/grp.13.e117
Citar como:

Sanchez-Gamez JC. Trombosis de la vena central de la retina como debut de arteritis de células gigantes y polimialgia reumática. Reporte de caso. [Internet]. Global Rheumatology. Vol 3 / Ene - Jun [2022]. Available from: https://doi.org/10.46856/grp.13.e117

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Trombosis de la vena central de la retina como debut de arteritis de células gigantes y polimialgia reumática. Reporte de caso.

La coexistencia entre Arteritis de células gigantes (ACG) y Polimialgia Reumática (PMR), así como el desarrollo de síntomas extraarticulares no son infrecuentes, predominantemente la afección vascular arterial a nivel ocular es una de las principales; sin embargo, el compromiso venoso ocular en ausencia de otros factores es una complicación rara y poco descrita. Traemos el caso de una paciente que cursa con una trombosis central de la retina (OVCR), atribuida al componente inflamatorio reumático, con un pronóstico evolutivo desfavorable.

La polimialgia reumática (PMR) es una entidad inflamatoria articular no infrecuente, con una prevalencia de 700 por 100000 habitantes mayores de 50 años (1) , y se caracteriza por dolor en la cintura escapular, región cervical y pélvica de más de 4 semanas de evolución(2) asociado a elevación de la velocidad de sedimentación globular (VSG) y Proteína C reactiva (PCR) – siendo predominantemente más específico este último(3). Se relaciona en un 30% de casos con arteritis de células gigantes (ACG) (1,4), una vasculitis con inflamación granulomatosa de vasos de mediano y gran calibre(5); con la cual comparten una predisposición genética por HLADR4 HLADRB1(6,7).

Dentro de las complicaciones extraarticulares conocidas de la enfermedad, esta entidad cursa con compromiso ocular unilateral hasta en un 70% de los pacientes, y sin tratamiento precoz, la afección contralateral es del 60% en pocas semanas, conllevando a una pérdida de la visión permanente hasta en el 25% de los casos(8). La principal manifestación ocular es la neuropatía isquémica óptica (NOI) de tipo arterítico(9,10).

El caso que traemos, reporta una paciente que debuta con una trombosis de vena central de la retina (OVCR), en ausencia de otros factores desencadenantes, se documenta una clínica compatible con una polimialgia reumática asociada a una arteritis de células gigantes.

La PMR es una entidad que se relaciona hasta en un 30% con ACG, ambas comparten predisposición genética por HLADR4 HLADRB1, prevalencia en adultos mayores de 50 años y afectan mayoritariamente a mujeres; cursan con elevación de reactantes de fase aguda especialmente PCR(1,3,4). El diagnóstico y tratamiento precoz de este tipo de vasculitis es importante, dado que una de las principales manifestaciones extraoculares es la pérdida de la visión(8).

En relación con el compromiso ocular se evidencia que en la ACG puede ser hasta de un 70%, inicialmente unilateral que sin el tratamiento adecuado puede generar en pocas semanas afección contralateral en el 60% de los pacientes, conllevando a la pérdida de visión permanente(8). Usualmente se relaciona con NOI de tipo arterítico, a menudo resultante de la oclusión inflamatoria de las arterias ciliares(9,10). Estos cuadros debutan como un paciente de edad avanzada con antecedente de cefalea temporal pulsátil principalmente y pérdida súbita e indolora de la visión; con frecuencia también pueden presentar síntomas inflamatorios articulares con compromiso cervical, escapular y pélvico.

En la NOI arterítica el inicio temprano de la terapia con esteroides previene el deterioro visual en un 96% de los pacientes. Sin embargo, no hay diferencia demostrada entre el manejo con megadosis intravenosas versus la terapia oral en la ACG para mejorar el resultado visual(11). Respecto a la OVCR existe poca literatura sobre esta patología, en su mayoría sus resultados son una mezcla entre la etiología isquémica y la no isquémica con conclusiones poco confiables, sin información sobre el compromiso de los campos visuales y criterios no claros. El pronóstico visual en general es bueno para la OVCR no isquémica, mejoría de la agudeza visual (AV) 47% y campo visual (CV) 79%; y malo para la isquémica, AV 23% y CV 27% respectivamente; razón de posibilidades de mejoría 5,16 (P=0,0006). Lo que puede explicar la mejoría ocular nula en este caso a pesar de la terapia con corticoides. Adicionalmente algunos factores de riesgo como la edad, la enfermedad cerebrovascular, la diabetes mellitus, el consumo de aspirina y anticoagulantes pueden estar relacionados con un mayor efecto adverso(12).

Este reporte corresponde a un caso poco frecuente, a nivel global la literatura que describe ACG, PMR y complicaciones oculares es limitada(13–15) en su mayoría con origen arterial; el compromiso venoso es del 0,5%(16) sin embargo, cambios inflamatorios, ateroesclerosis o hipercoagulabilidad pueden contribuir(17) es importante mencionar en esta paciente su diagnóstico previo de hipertensión arterial y el hábito tabáquico sin otros factores desencadenantes, asociados al estado de inflamación crónica. Por otra parte, a nivel ocular arteria y vena comparten ingreso por la lámina cribosa y tienen un trayecto similar lo que conlleva a formación de cruces arteriovenosos(18); procesos sistémicos con repercusión arterial pueden generan compresión en estos niveles, desencadenando daño endotelial, favoreciendo estasis venosa y la formación de trombos (16,19,20), lo anterior contribuyendo a la oclusión venosa ocular central.

Otras vasculitis pueden cursar con afección venosa, sin embargo, en la ACG es considerada una manifestación inusual, dada la predilección de la enfermedad por las ramas elásticas de la arteria carótida externa y ramas extradurales de la arteria carótida interna. Una revisión retrospectiva de casos de la Clínica Mayo, durante un periodo de 25 años identificó doce pacientes con este tipo de trastorno, tres de los mismos sin factores de riesgo, cuatro como manifestación inicial de ACG. Todos con perdida visual permanente resultante de la oclusión venosa y elevación de VSG(21). Finalmente, y pese a la baja frecuencia, se debe descartar ACG en OVCR en personas mayores y parámetros inflamatorios elevados(22).

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

Ninguno.

1.        García Arias RL, Gutiérrez JM, Díaz MC, Fernández-Ávila DG. Polimialgia Reumática. Revista Colombiana de Reumatología. 2015 Jun;22(2).

2.        Ceccato F, Uña C, Regidor M, Rillo O, Babini S, Paira S. Conditions mimicking polymyalgia rheumatica. Reumatología Clínica (English Edition). 2011 Jan;7(3).

3.        González-Gay MA, Matteson EL, Castañeda S. Polymyalgia rheumatica. The Lancet. 2017 Oct;390(10103).

4.        Morales R. Arteritis De Células Gigantes. Revista Medica De Costa Rica Y Centroamerica. 2014;773–6.

5.        Lyons HS, Quick V, Sinclair AJ, Nagaraju S, Mollan SP. A new era for giant cell arteritis. Eye 2019 34:6 [Internet]. 2019 Oct 3 [cited 2021 Aug 24];34(6):1013–26. Available from: https://www.nature.com/articles/s41433-019-0608-7

6.        Dejaco C, Brouwer E, Mason JC, Buttgereit F, Matteson EL, Dasgupta B. Giant cell arteritis and polymyalgia rheumatica: current challenges and opportunities. Nature Reviews Rheumatology. 2017 Oct 14;13(10).

7.        Carmona FD, Mackie SL, Martín J-E, Taylor JC, Vaglio A, Eyre S, et al. A Large-Scale Genetic Analysis Reveals a Strong Contribution of the HLA Class II Region to Giant Cell Arteritis Susceptibility. The American Journal of Human Genetics. 2015 Apr;96(4).

8.        Ness T, Bley TA, Schmidt WA, Lamprecht P. The Diagnosis and Treatment of Giant Cell Arteritis. Deutsches Aerzteblatt Online. 2013 May 24;

9.        Urrego-Callejas T, Jaramillo-Arroyave D, Vanegas-García A-L, Muñoz-Vahos CH, Plaza Tenorio M. Ultrasonido Doppler de arterias temporales en pacientes con arteritis de células gigantes: estado del arte y revisión sistemática de la literatura. Revista Colombiana de Reumatología. 2021 Jul;28(3).

10.      Barbosa-Cobos RE, Recillas-Gispert C, Arellanes-García L. Manifestaciones oculares de las vasculitis primarias sistémicas. Reumatología Clínica. 2011 Dec;7.

11.      Hayreh SS, Biousse V. Treatment of Acute Visual Loss in Giant Cell Arteritis. Journal of Neuro-Ophthalmology. 2012 Sep;32(3).

12.      Hayreh SS. Ocular vascular occlusive disorders: Natural history of visual outcome. Progress in Retinal and Eye Research. 2014 Jul;41.

13.      Kiew S, Ting D. Diagnosis and Management of Central Retinal Vein Occlusion - American Academy of Ophthalmology. EyeNet Magazine. 2018 Jan;1–3.

14.      Pineda Ocampo SL, Murcia MC. Aspectos clínicos relevantes en el diagnóstico de las oclusiones venosas retinianas: revisión. Ciencia & Tecnología para la Salud Visual y Ocular. 2017 Mar 8;15(1).

15.      Alejandro Lutz H, Patricio Martínez R. Oclusiones venosas retinales. Revista Médica Clínica Las Condes. 2010 Nov;21(6).

16.      Gómez-Ulla, Abraldesa M, Basaurib B, Fernándeza M, García-Layanac A, Gilid P, et al. Guías de práctica clínica de la SERV: manejo de las oclusiones venosas de la retina [Internet]. Sociedad Española De Oftalmología. 2010 [cited 2021 Aug 24]. p. 1–16. Available from: https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0365-669120…

17.      Williams ZR, Wang X, DiLoreto DA. Central Retinal Artery Occlusion With Subsequent Central Retinal Vein Occlusion in Biopsy-Proven Giant Cell Arteritis. Journal of Neuro-Ophthalmology. 2016 Sep;36(3).

18.      Zaldivar R, Calamia K, Bolling J. Retinal Vein Occlusion in Giant Cell Arteritis | IOVS | ARVO Journals. ARVO Journal. 2004;45(13).

19.      Kaly L, Slobodin G, Rimar D, Rozenbaum M, Boulman N, Ginsberg S, et al. Central retinal vein occlusion in temporal arteritis: red sign or red herring? Rheumatology. 2018 Jun 1;57(6).